La inflación de marzo volvió a acelerarse por cuarto mes consecutivo, al ubicarse en el 7,7%, el nivel más elevado desde abril de 2002. Al respecto, Gabriel Rubinstein, secretario de Política Económica, enumeró factores que incidieron en esta suba y destacó que esperan “que no estén presentes en abril”, por lo que esperarían “un descenso de cierta magnitud en el índice general”.
“Seguiremos procurando bajar la inflación, combinando políticas fiscales y monetarias que sigan siendo consistentes con tasas de inflación mucho más bajas”, aseguró Rubinstein e indicó que estas se realizarán “junto a políticas de ingresos (acuerdos con empresas y otras), que coadyuven a frenar los aspectos inerciales de las altas tasas de inflación”.
En especifico, el secretario detalló los “aumentos de bienes y servicios regulados, que suelen aumentar en esta época del año como educación (29,1%), aumentos en rubros estacionales muy fuertes, como frutas (14,2%) y verduras (9,1%), a lo que se sumó el aumento en indumentaria (9,4%) por cuestiones de cambio de temporada”. “Durante el primer trimestre del año la sequía, las altas temperaturas y la gripe aviar generaron un mayor impacto sobre frutas, verduras, carne vacuna, pollo y huevos, los cuales en conjunto aportaron 2,1 puntos porcentuales a la inflación de marzo”, explicó Rubinstein.
Este último punto es en especial destacable para el economista ya que “la sequía y la gripe aviar influyeron en aumentos del 11,5% en la carne vacuna y del 26,7% en el pollo, con una significativa incidencia en el IPC”. “Si consideramos la inflación núcleo y le restáramos la carne, la suba habría sido del 6,5%, que igualmente es un registro muy alto, aunque un escalón por debajo de la suba general del IPC”, reveló el secretario.
Las cifras de inflación de marzo, publicadas este viernes por el INDEC, precisaban una reacción rápida del Gobierno. El índice de incremento de precios se aceleró en el último mes hasta un 7,7% en promedio, acumulando un 21,7% en lo que va del primer trimestre del 2023. La situación que repercute en la economía familiar de todo el país impulsó a la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, a comunicar la posición de la administración nacional.
“El número que vemos hoy representa el peor momento del impacto de la guerra en los precios internacionales y la peor sequía de la historia en el país. Sabemos, nos duele, nos ocupa, cómo afecta la vida cotidiana y a cada familia”, escribió la portavoz presidencial.
En ese sentido, Cerruti aseguró que “estamos redoblando esfuerzos, convencidos de que el camino es sostener el crecimiento y el orden que estamos logrando. Y sabemos que la mayoría de los análisis nos muestran que este fue el peor momento y que comenzó una tendencia a la baja que esperamos ver reflejada próximamente”.
Así, el Índice de precios al consumidor acumuló en el primer trimestre del año un incremento de 21,7%, mientras que en los últimos 12 meses, alcanzó el 104,3%, el nivel más alto desde septiembre de 1991.
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