El multimillonario inglés, que posee tierras en Lago Escondido a donde el Grupo Clarín invitó a jueces y fiscales, se entregó tras ser acusado de los cargos de presunto fraude financiero y traficar información privilegiada.
El multimillonario británico Joseph Lewis se entregó este miércoles a la justicia de Estados Unidos. El propietario de una estancia en Lago Escondido y amigo del ex presidente Mauricio Macri, debe declarar en una causa en la que se lo investiga por presunto fraude financiero y traficar información privilegiada.
La oficina del fiscal del Distrito Sur de Nueva York acusó a Lewis de presuntamente proporcionar información confidencial sobre empresas que cotizan en bolsa a varios allegados que obtuvieron beneficios con la compra y venta de acciones.
Entre 2013 y 2021, el empresario “abusó de su acceso a las salas de juntas de las empresas y proporcionó repetidamente información privilegiada a sus parejas sentimentales, sus asistentes personales, sus pilotos privados y sus amigos”, dijo en una declaración el fiscal Damian Williams, que añadió: “Esa gente hizo entonces negocios con esa información privilegiada y ganó millones de dólares en bolsa, porque gracias a Lewis esas apuestas eran algo seguro”.
Entre estos beneficiarios estuvieron la novia de Lewis a la que este le dijo que invirtiera en una empresa de biotecnología en julio de 2019, antes de que se hicieran públicos los resultados de un ensayo clínico. Tras hablar con ella, supuestamente entró él mismo en su cuenta bancaria y utilizó casi todos sus fondos disponibles para invertir en la empresa, por valor de 700.000 dólares y a continuación vendió las acciones con un beneficio de 849.000 dólares, consignó la cadena BBC.
“Nada de esto era necesario. Joe Lewis es un hombre rico, pero como alegamos, usó información privilegiada como una forma de compensar a sus empleados o para colmar de regalos a sus amigos y amantes. Esa es la corrupción corporativa clásica. Es hacer trampa y va en contra de las leyes, que se aplican a todos, sin importar quién seas”, añadió el fiscal.
Dos de los pilotos de Lewis, Patrick O’Connor y Bryan Waugh, también fueron acusados de fraude de valores con información privilegiada. Cosecharon millones de dólares en beneficios ilegales gracias a los consejos de Lewis, según los fiscales. Los abogados no respondieron de inmediato a las peticiones de comentarios. Ambos también fueron detenidos.
Los fiscales indicaron que en 2019 Lewis prestó a cada piloto 500.000 dólares y les animó a comprar acciones de la compañía oncológica Mirati Therapeutics antes de que publicara resultados clínicos favorables. O’Connor envió un mensaje de texto a un amigo diciendo que pensaba que “el Jefe tiene información privilegiada”, según la acusación.
Después de que Mirati anunció los resultados positivos, el precio de sus acciones aumentó un 16,7% en un día, y ambos pilotos reembolsaron a Lewis sus préstamos.
La acusación de 29 páginas enumera los 19 cargos contra el empresario, incluidos varios por “fraude bursátil”. Enfrenta hasta 25 años de prisión por el cargo más grave, precisó la agencia de noticias AFP.
En declaraciones reproducidas por el canal británico Sky News, el abogado de Lewis, David Zornow, calificó de “error flagrante” la acusación vertida contra su defendido, al que definió como un hombre de “integridad impecable y logros prodigiosos”. También argumentó que su defendido acudió a los tribunales de Nueva York voluntariamente para responder a los cargos “mal concebidos” que serían “defendidos enérgicamente en los tribunales”.
Joe Lewis y su vínculo con la Argentina
Lewis, de 86 años, reside en Bahamas y es dueño del club Tottenham Hotspur que milita en la Premier League. Es uno de los hombres más ricos de Reino Unido, con un patrimonio estimado de unos 6.000 millones de dólares, según la revista Forbes: posee un superyate de 98 metros y una participación en la cadena británica de bares Mitchells & Butlers, entre otros negocios.
En la Argentina, es acusado de apropiarse de 12.000 hectáreas en la Patagonia, incluyendo una residencia que impide el acceso libre a Lago Escondido, a 50 kilómetros de El Bolsón, en la provincia de Río Negro. Sus empleados de Hidden Lake, la firma con la que opera sus negocios en el país, impiden el acceso público a este espejo de agua situado en una zona estratégica zona de frontera.
En la última “Marcha por la Soberanía”, realizada en febrero de 2023 por organizaciones sociales, los empleados de Lewis apedrearon a los manifestantes.
En 2017, Macri – entonces presidente de la Nación- defendió al magnate inglés, cuando se le cuestionó por las protestas por la restricción al ingreso a la zona patagónica donde se instaló. “Conozco de años a Joe Lewis y soy amigo de él” pero “no tengo vínculos comerciales ni siquiera futbolísticos. Yo soy de Boca y él es del Tottenham”, aclaró.
En 2022, la Inspección General de Justicia (IGJ) exigió la intervención judicial del Grupo HL por considerarlo una “pantalla jurídica” para “frenar la aspiración” de cualquier persona a llegar al Lago Escondido, pese a que hay fallos judiciales desde 2005 que garantizan ese derecho.
La estancia de Lewis en Lago Escondido fue sede de un encuentro entre funcionarios porteños y empresarios del Grupo Clarín. La reunión fue confirmada por la filtración de presuntos chats. Además, los magistrados implicados tienen en común haber sido partícipes en el avance sobre causas contra la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner. Actualmente, la causa se encuentra en los tribunales de Comodoro Py.
El expediente por el viaje a Lago Escondido tiene como imputados al juez en lo Criminal y Correccional Julián Ercolini; al fiscal general de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Juan Bautista Mahiques; al exministro de Seguridad y Justicia de CABA Marcelo D’Alessandro; al juez de la Cámara Federal de Casación Penal, Carlos Alberto Mahiques; al titular del Juzgado Nacional en lo Penal Económico Nro. 2, Pablo Yadarola; y a Pablo Gabriel Cayssials, titular del Juzgado Nacional en lo Contencioso Administrativo Federal nro. 9.
También están imputados Leonardo Bergroth, exintegrante del Servicio de Inteligencia del Estado (SIDE); Tomás Reinke, empresario especializado en medios y redes sociales y presidente de la firma Mediabit; y los directivos del grupo Clarín Pablo César Casey y Jorge Rendo.
Con información de Télam y Noticias Argentinas en ElDestapeweb