“Para la industria europea, que la industria química sufra y que los vehículos eléctricos chinos invadan Europa supone un doble riesgo”, afirmó el director del principal puerto de Bélgica.
Los fabricantes de automóviles y productos químicos europeos corren el riesgo de perder competitividad frente a China y EE.UU., ya que ambas industrias se enfrentan a unos costes energéticos elevados durante su transición hacia combustibles más limpios, expresó Jacques Vandermeiren, director general del puerto de Amberes-Bruges (Bélgica), en una entrevista con Bloomberg.
“Para la industria europea, que la industria química sufra y que los vehículos eléctricos chinos invadan Europa supone un doble riesgo”, afirmó el alto directivo, agregando que Europa está “en una situación peligrosa”.
Según Vandermeiren, la región “tendrá una década muy difícil”.
Asimismo, el jefe del principal puerto belga, uno de los más importantes de Europa, advirtió que existe el riesgo de que las fábricas cierren o se trasladen. “La siguiente fase será el cierre de algunas plantas”, vaticinó. También subrayó que “la competitividad de la industria química europea está realmente en juego”.
Sin embargo, la afluencia de automóviles fabricados en China se está ralentizando debido a la escasez de los equipos necesarios para transportarlos, como buques de carga rodada y terminales portuarias diseñadas para gestionar las importaciones, apuntó.
Vandermeiren explicó que la “gran frustración” de las empresas chinas es que “no tienen suficiente capacidad en los puertos europeos”. “Vemos que ahora utilizan buques portacontenedores y contenedores para meter los coches, lo que por supuesto no es lo ideal”, resaltó.
RT News