No queda nada para las PASO del 13 de agosto, el primer tiempo de las elecciones 2023. Sergio Massa hiló una intensa seguidilla de actos y entrevistas para la campaña, que mañana tendrá su cierre de campaña en la provincia de Buenos Aires. Los últimos sondeos analizados por el equipo de campaña de Unión por la Patria dejaron tres ideas que son analizadas de cara al domingo, en el que el precandidato a Presidente que analizó le arrojaron resultados que lo dejan con expectativa positiva. La reaparición de Mauricio Macri y su impacto en la interna entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich.
Un análisis compartido entre consultores es que se trata de una elección muy difícil, dinámica y pareja. Una importante encuestadora fue más allá y le dijo a El Destape que se trata de un comicio de “fin de ciclo” y al no tener a Cristina Kirchner y Mauricio Macri en las listas no hay “un ancla” en el que se referencie el electorado de las dos principales coaliciones. Si bien por la veda no se pueden publicar sondeos, los análisis que se hacen en las oficinas de los equipos de campaña es que “no está claro quién es el cambio” entre los cuatro precandidatos con mayores chances de llegar a la Presidencia: Sergio Massa, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Javier Milei.
Si se observa lo sucedido en las elecciones provinciales, el domingo puede haber niveles históricos de ausentismo y voto en blanco. Se estima que un alto índice de votantes definirá su voto en los 15 pasos que lo separan entre la urna y la mesa donde tendrá desplegadas las boletas. El Destape accedió a un estudio que llegó al búnker de campaña del oficialismo y la primera idea que allí resalta es que hay un “volumen significativo e importante” de indecisos que son quienes terminarán definiendo la elección.
La segunda es que se pasó de una elección general a una presidencial. “Los indecisos empiezan a ver que la elección no va tanto como general, sino presidencial”, explicaron. Es decir, todos los focos están puestos en los precandidatos a presidente y poco importa lo que digan los precandidatos a senadores y diputados o hasta los que aspiran a ser gobernadores e intendentes. Hasta quienes están en esas categorías hablan de la cabeza de la boleta en estos días y de sus propuestas para gobernar desde el 10 de diciembre. En Bartolomé Mitre al 300 creen que “cuanto más presidenciable sea percibida la elección, mejor” y asociado a la idea del “ancla” es que no se habla de “kirchnerismo contra macrismo” sino que la discusión está dada en términos personales entre los precandidatos. ¿Será por eso que ni Cristina Kirchner ni Alberto Fernández estarán en el cierre de campaña?
La tercera reflexión es que el electorado demanda “autoridad y firmeza” para el próximo presidente, dos cualidades que el asesor catalán Antoni Gutiérrez Rubí asegura que el tigrense tiene. El doble sombrero de ministro y candidato es observado más como potencial que como un condicionante.
La reaparición de Macri
El ex presidente Mauricio Macri dio dos entrevistas en el arranque de la semana y se mostró como garante de unidad en el PRO al conseguir una foto junto a Bullrich y Larreta para apoyar la precandidatura a Jefe de Gobierno de Jorge Macri. En esas notas instaló la idea de que el gobierno actual “es el que más deuda tomó en la historia” y culpó al FMI por el cepo al dólar, medida que él mismo adoptó en sus últimos meses de gestión. Sin expresar su voto, mostró más cercanía con la propuesta de Bullrich porque tiene “diferencias” con Larreta.
Macri, que la mayoría del tiempo de la campaña estuvo de viaje, mantuvo cierta ecuanimidad y no participó de actividades con los precandidatos. Así, frente a lo que parece un escenario de extrema paridad, se mantiene como “garante de unidad” desde el lunes.
Esas notas no pasaron desapercibidas en el equipo de campaña que comanda Eduardo “Wado” de Pedro. Lo que observan es que pese al mayoritario nivel de rechazo sobre el Gobierno, las críticas no son capitalizadas por un referente de la oposición. En la previa a las PASO, no hay un opositor, a partir de ese enojo, se convierta en alternativa. “Si las cosas fueran bien, no haría falta llamar a papá Macri para que salga a hablar”, deslizaron a este medio.
En contraposición, Massa diversifica sus apariciones. No solo hace cierres sectoriales, como con organizaciones sociales y gremiales, sino que también recorrió regiones del país y giró por distintos medios de comunicación. “Diversificamos la campaña. Buscamos actos y mensajes para todos los públicos, lugares y segmentos”, explican.
En sus discursos, Massa admite errores en la gestión y reconoce que la inflación es el principal problema a resolver. Se muestra como un defensor de la participación del salario en la distribución del ingreso y asegura que con la CGT y la CTA discute una suma fija a los salarios más bajos sin condicionar las paritarias.
Siguiendo la lógica futbolística que el propio Massa instaló, en UP aseguran que con este panorama “hay partido” y el domingo esperan “un resultado aceptable”. El gurú Gutiérrez Rubí les aseguró al heterogéneo grupo de campaña: “Estamos en empate técnico y acelerando”. El resultado esperado es que Massa sea el candidato más votado y obtenga al menos un 30%, pese a que posiblemente la marca Juntos por el Cambio quede primera. Para que eso ocurra, el Gobierno es el principal interesado en que haya alta participación el domingo. “No hay octubre sin agosto”, repite en cada aparición Massa.
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