La inmobiliaria lleva meses tratando de negociar con acreedores un plan que les permita salir a flote. Tienen deuda por más de 300.000 millones de dólares.
Evergrande, el segundo desarrollador inmobiliario más grande del país asiático, se declaró ayer en bancarrota en los tribunales de Nueva York. Aunque el pedido no significa la quiebra definitiva, para sostener el impacto de la crisis la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China presentó un paquete de medidas para reactivar los mercados de capitales del país. Entre otros puntos, se introducirán bajas en las tarifas y comisiones, la ampliación de los horarios de negociación y se apoyarán las recompras de acción. “Lo que debe enfatizarse es que activar el mercado de capitales y aumentar la confianza de los inversores es complementario entre sí”, señaló un vocero de la Comisión.
Estos cambios “buscarán activar el mercado, prevenir riesgos y fortalecer la supervisión”, añadió el portavoz, en declaraciones difundidas por las agencias DPA y Bloomberg. Puntalmente las medidas comprenden la relajación de los requisitos de registro para fondos indexados, la reducción de la comisión de los fondos de oferta pública y de gestión, y menores restricciones para los fondos que invierten en acciones. Por otro lado, Beijing, disconforme con las recientes caídas en las cotizaciones en bolsa y en el yuan, les pidió a algunos fondos de inversión que eviten vender activos, y a los bancos estatales que incrementen su intervención para sostener al yuan.
El índice de Hong Kong (Hang Seng) ya perdió más del 8% en lo que va del año, mientras que el yuan se devaluó en más del 5%. Estas medidas tomadas por el gobierno, junto a la reducción de tasas de interés dispuesta esa semana por el banco central, se dan el marco de una fuerte incertidumbre en la economía, que, al estancamiento en el consumo y exportaciones por la deprimida demanda interna y externa, se le añaden problemas en el sector inmobiliario y crediticio.
Si bien la presentación de la petición del capítulo 15 que efectuó Evergrande no es indicativo de una quiebra definitiva, el hecho generó pánico en los mercados financieros pues, un potencial default de la empresa, con deudas por aproximadamente US$ 300.000 millones, podría tener un efecto contagio en las finanzas globales. Además, la empresa tiene lazos con múltiples bancos chinos, proveedores e inversionistas.
Evergrande, en crisis desde 2021, no consiguió aún el apoyo de los acreedores para concluir un plan de reestructuración de deuda en el extranjero. En tanto, no es la única en dificultades: se especula que Country Garden -también china y del ámbito inmobiliario- será la próxima empresa en caer en cesación de pagos, luego de no haber sido capaz de pagar la semana pasada dos bonos denominados en dólares, que tendrán un periodo de gracia hasta principios de septiembre.
Este caso podría ser incluso peor que el de Evergrande, con vencimientos programados para el año próximo de US$ 4.300 millones. Mientras tanto, entre los bancos, esta semana la firma Zhongrong omitió el pago de intereses en docenas de productos y contrató a la firma consultora KPMG para reestructurar su deuda. Si bien las reducciones en las tasas de interés, al reducir el costo de las hipotecas, podrían estimular las operaciones, los analistas son escépticos de que el panorama cambie en el corto plazo: “Los problemas de deuda de los desarrolladores inmobiliarios y de los vehículos de financiamiento de los gobiernos locales se están esparciendo en la economía china”, advirtió en una nota el analista de Gavekal Research, Xiaoxi Zhang.
Por otro lado, Joshua Crabb, titular de activos de Asia Pacifico en la firma gestora de inversiones, Robeco Hong Kong, opinó que los anuncios de este viernes de la Comisión Reguladora del Mercado de Valores “podría ayudar a terminar con algo de la volatilidad del mercado financiero y bajar los costos transaccionales, pero poco hará para corregir los problemas de la falta de confianza y del momento económico de China”. Ante la situación que vive China, el banco Nomura redujo hoy su pronóstico de crecimiento para el país de 5,1% a 4,6%, advirtiendo que se encuentra en una “espiral negativa”; mientras que, en los últimos días, Morgan Stanley y JPMorgan las revisaron a la baja a 4,7% y 4,8%, respectivamente.
Con información de Télam en ElDestapeweb