Con la participación de numeroso público y, especialmente, el entusiasmo de los niños que disfrutaron de juegos, teatro, títeres, circo, gastronomía, talleres ancestrales, senderismo, entre otras propuestas, finalizó el fin de semana largo de “”Turismo para las infancias”, organizado por la Secretaría de Turismo y Desarrollo Económico de la Municipalidad de la Capital.
En el Pueblo Perdido de la Quebrada, la fiesta infantil tuvo múltiples opciones, entre las cuales se destacó el Taller de Habilidades Ancestrales, a cargo del Lic. Leo Faryluk que propuso jugar como lo hacían los niños de las culturas originarias de Argentina. De esta manera, la tarde del domingo mantuvo a los chicos entretenidos compitiendo con el “Nokopiná”, un juego de la región de Chaco, que consiste en no dejar caer una pelota hecha de chala y plumas, similar al Badminton, o también el denominado “Jaguareté Jaguá”, un juego de mesa parecido a Las Damas o al Ajedrez, que se jugaba en gran parte del territorio argentino.
Finalmente, la simpatía del personaje ya reconocido por los chicos: “El Burro”, que cobra vida gracias a la creatividad del titiritero, Walter Palavecino, de la Cooperativa Cachalahueca, le puso el broche de oro a una jornada llena de risas y aplausos en plena quebrada.
En Casa de la Puna
En la Casa de la Puna, también hubo un espacio para la creatividad gracias al Taller de Cerámica y Arte Rupestre para las infancias, a cargo de Paola Montes, de Tuy Alfarería. Intentando imitar las máscaras de las culturas madres que habitaron el Valle, como la Condorhuasi, La Aguada, entre otras, los pequeños dieron rienda suelta a la imaginación y crearon sus propios diseños, moldeando libremente arcilla roja y pintando divertidas caras en base a óxidos y tintes naturales. “Nos inspiramos en La Tunita, la Cueva de la Candelaria y las diferentes culturas y los chicos fueron marcando su creatividad en las mismas y, sobre todo, comprendiendo lo que significa el arte rupestre”, destacó Paola Montes.
Por otra parte, se realizó el taller gastronómico a cargo de Molinos del Norte, mediante el cual los más pequeños, aprendieron a decorar magdalenas de chañar, mistol y algarroba, con merengue de chañar. Siguiendo los consejos que se daban en el taller, los niños eligieron la decoración según sus propios gustos, en un momento único donde se pudo unir el juego y el aprendizaje, para luego degustar sus propias producciones. Marcos y Marisol, del emprendimiento Molinos del Norte contaron que taller está basado en productos regionales autóctonos. En este sentido Marisol comentó que “la dinámica fue de contarles si conocían los frutos, si los identificaban, a pesar que son pequeños muchos sí las conocían, y les comentamos que esas magdalenas las habíamos elaborado con esos frutos. Fue todo muy entretenido, luego lo adornaron, y lo interesante es que muchos trabajaron juntos, compartiendo los materiales, se sacaron fotos, etc.”
Esta actividad, para Marcos significa también una “reivindicación con los árboles nativos, transmitiendo que los frutos que nos dan muchos beneficios. Todo esto aporta salud y la protección de la flora autóctona”.
Finalmente Pablo Nieto de La Nube, ofreció el espectáculo “Bartolocuras: Circo y Clown”, un clásico de los fines de semana largo, con una nueva versión de su show combinando sus destrezas acrobáticas con entretenidos diálogos con los más pequeños.
Es importante destacar la gran cantidad de niños y grandes que se acercaron a la casa de la puna para vivir un domingo muy particular.