Algunas/os ven a la Inteligencia Artificial (IA) como un serio riesgo para la sustracción de datos y fuente invasiva de la privacidad, pero ¿Hasta qué punto es posible esta teoría? Para la Mgtr. Ana del Prado, “la preocupación no es infundada y aunque la IA ofrece muchas ventajas y oportunidades, también plantea riesgos significativos en cuanto a la privacidad y la seguridad de los datos”.
Ana del Prado habla con la autoridad que le confiere su trayectoria, ya que es Licenciada en Sistemas de Información, Magister en Procesos Educativos Mediados por Tecnologías y docente e Investigadora de la Facultad de Tecnología y Ciencias Aplicadas de la UNCA. Recientemente, participó del panel sobre “El rol de la Inteligencia Artificial en el sistema democrático” organizado por la institución educativa.
Los riesgos asociados a la IA que podrían tener un impacto en la sociedad, se centran principalmente en la privacidad y seguridad de las personas. Al respecto, manifiesta que “esto se debe a que, con frecuencia, compartimos nuestros datos personales para poder utilizar diversas aplicaciones, sin percatarnos de que estamos compartiendo información sensible. Además, los algoritmos de IA pueden desarrollar sesgos basados en los datos con los que son entrenados, lo cual puede dar lugar a prejuicios o discriminación”.
Existe, también, una corriente de pensamiento que atribuye a la IA un mecanismo distorsivo de la realidad. Ante ello, la especialista sostiene que “es innegable que existe una corriente de pensamiento que plantea inquietudes acerca de cómo la Inteligencia Artificial puede distorsionar la percepción de la realidad en diversos aspectos, tal como la manipulación de imágenes y videos. La IA tiene la capacidad de ser empleada para la creación de contenido visual falso y altamente realista”.
En cuanto al impacto que tiene sobre la forma de vida y los valores de la sociedad, afirmó que “la IA tiene un impacto muy significativo, el cual puede ser tanto beneficioso como perjudicial, y se encuentra en gran medida condicionado por la forma en que se emplea y las medidas que se adopten para afrontar los desafíos éticos y sociales que se presentan”.
“Estamos inmersos en nuestra vida cotidiana de IA -apunta-, desde el uso de asistentes de voz, atención al cliente, aplicaciones de redes sociales, comercio electrónico, al escuchar música o ver una película en plataformas que utilizan algoritmos de IA para personalizar la experiencia y preferencias de los usuarios”.
En su opinión, no resulta exagerado afirmar que la IA constituye “uno de los avances tecnológicos más reveladores y transformadores de las últimas décadas, a pesar de que como campo de estudio se originó en 1950, pero actualmente se ha experimentado avances significativos en diversos sectores y ámbitos de la sociedad”.
En ese contexto, comentó que la inteligencia artificial “se presenta como una herramienta necesaria y altamente eficaz en la vida contemporánea, especialmente en el ámbito de la asistencia médica. Su aplicación abarca desde el diagnóstico médico hasta la identificación de patrones de enfermedades, así como en la investigación de nuevos tratamientos y medicamentos”.
“Además -acota-, la IA se emplea en la conducción autónoma de vehículos, lo cual contribuye significativamente a mejorar la seguridad en el transporte, al igual que en la implementación de semáforos inteligentes, los cuales optimizan el flujo vehicular”.
La docente considera, por otra parte, que “es fundamental destacar que las herramientas son un respaldo, sin embargo lo más importante radica en establecer una metodología de enseñanza y aprendizaje que incluya las Tecnologías de la Información y Comunicación”.
Las TIC “permiten a los estudiantes un aprendizaje personalizado de acuerdo a sus preferencias y ofrecen a los docentes apoyo en diversas actividades que suelen resultar tediosas o que demandan mucho tiempo, como la gestión de registros, la creación de videos, materiales interactivos, generando recursos más adecuados y variados para los estudiantes. Esto, a su vez, les permite liberar tiempo al docente para enfocarse en el proceso de enseñanza y aprendizaje”, se explaya.
Desde su punto de vista, el aporte más importante representa “el acceso y la democratización al conocimiento, entendiendo a la IA como una herramienta accesible para todos”.