Según las estimaciones, el libertario perdería dos millones de votos. La UCR sigue firme en su neutralidad aunque hubo declaraciones que levantaron polvareda. El PRO suma nombres detrás de Milei y JxC entra en el ocaso.
Ya pasaron los temblores y los pronunciamientos masivos, pero varios dirigentes decidieron avanzar con sus decisiones personales de cara al balotaje de las elecciones 2023. En un contexto de extrema volatilidad, donde un día parece que ganará uno y al día siguiente se calcula que podría triunfar el otro, una gran mayoría optó por mostrarse imparcial pero los apoyos individuales a Javier Milei continuaron pese a las dificultades.
Si uno mira el mapa, en provincia de Buenos Aires los intendentes radicales se inclinaron por no manifestar públicamente su voto, siguiendo el lineamiento de la UCR Nacional que el lunes a la noche hizo un acto de divorcio con Mauricio Macri. Hubo alguno que prefirió comunicar el sentido de su voto, como fue el alcalde de Puan, pero, en líneas generales, la fiscalización del libertario en el territorio más poblado del país quedó a merced de la voluntad del PRO.
En la categoría presidencial, Milei quedó muy lejos de Sergio Massa, a 17 puntos de diferencia. Pero mejoró la performance respecto de las PASO. Sin embargo, sigue siendo un punto flaco de su campaña. El apoyo de dirigentes como Néstor Grindetti, Cristian Ritondo o Diego Santilli será fundamental para llegar al territorio y garantizar fiscalización.
Los dos primeros, de cercanía con Mauricio Macri, ya se pronunciaron a favor del pacto. Ritondo estuvo, de hecho, en la reunión nocturna del martes conflictivo, como Santilli. El diputado todavía no salió a comunicar su posición. No le gustaron las formas y prefirió que nadie lo apure. Usó estos días para charlar con la dirigencia bonaerense y el territorio. Legisladores, intendentes, referentes sin tierra, para escuchar sus posiciones. Lo que salga de los diálogos no será vinculante. Él va a jugar, no será neutral.
El que también se había mostrado molesto por las formas fue Luis Juez que, una semana después del escándalo, comunicó su voto en favor de Milei. Lo que quiere decir que ciertos enojos no funcionan como impedimentos. Juez hubiera preferido una decisión conjunta de la alianza a nivel nacional y no una inclinación unilateral de Patricia Bullrich y Macri. Pero su batalla empezará con la asunción de Martín Llaryora al frente de la provincia. Allí buscará mantener la coalición pero después del balotaje seguramente habrá nuevos posicionamientos, igual que después del cambio de gobernador.
No fue el único que firmó comunicados de imparcialidad y que después, a título personal, decidió uno de dos caminos. Lo hicieron Hebe Casado, vice electa de Mendoza, y Alfredo De Ángelis, senador que se sacó una foto de unidad. Ambos eligieron a Milei.
El senador cordobés tomó esa posición a título personal, ya que hace siete días había acompañado un documento del Juntos por el Cambio de su provincia para reforzar la idea de unidad. El bloque legislativo conseguido después de los comicios locales recién estará conformado el 10 de diciembre.
Los que mantuvieron la imparcialidad fueron los gobernadores, uno de los polos de poder. Leandro Zdero, electo en Chaco y cercano al correntino Gustavo Valdés, levantó polvareda cuando dijo estar frente al kirchnerismo. Por el momento, se aclaró que eso no quiere decir, necesariamente, que elija a Massa. Pero en su provincia Milei hizo una gran elección.
Ese armado empezó a pisar fuerte para levantar la mano y reclamar lugares de toma de decisión. El problema es que Juntos por el Cambio devino en algo abstracto. Se especula con que, después del 10 de diciembre, al menos en el Congreso, ya no esté ese nombre. Los alineamientos llegarán, de un lado y del otro, tras el balotaje.
En Diputados, Hernán Lombardi y Cristian Ritondo fueron las caras visibles del pedido de la extrema derecha para intentar mover el feriado nacional. Ambos firmaron un proyecto de declaración con la finalidad de impulsar un corrimiento de la jornada no laborable. Es que, en caso de no lograrlo, estimaron que el libertario podría perder alrededor de dos millones de votos en el balotaje, lo que lo dejaría en una situación complicada el 19 de noviembre.
Para intentar motivar a la ciudadanía, Milei empezó con una suerte de “timbreo” virtual por Whatsapp. Le mandó un mensaje a varios contactos, que fue reenviado, para etiquetar a Sergio Massa como el candidato del establishment, pero también para promocionar – esto ya se ha visto – la meritocracia y fortalecer la idea macrista del “cambio” (palabra mencionada cinco veces en un texto escueto).
Mauricio, que claramente empezó a pelear por la tenencia del concepto de “cambio”, no tiene, en principio, agendadas recorridas por medios de comunicación ( el domingo hizo doblete) ni por el territorio.
Milei heredó el mismo problema que sufrió Cambiemos durante su vida política y que lo llevó a confiarse en las generales: sus votantes prefieran estar de viaje a participar en la elección. Por eso, salvo en estos comicios, la alianza supo crecer entre las PASO y las generales. Ahora, con tantos posicionamientos neutrales y muchas personas no interesadas en elegir una opción de extrema derecha, con el condimento de una mini vacación a fin de año, empezó a preocupar a la oposición.
ElDestapeweb