Con presencia en más de 400 puntos del país y llegada directa a más de 3 millones de personas, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria –INTA- resuelve problemáticas de las regiones, potencia el desarrollo agroindustrial y marca el futuro en investigación.
El INTA trabaja en líneas tecnológicas que brindan soluciones concretas a problemáticas regionales, marcan el futuro en investigación y mejoran la calidad de vida de la sociedad. Pionero en articulación público-privada, el instituto posiciona a la Argentina en el desarrollo de innovaciones que son reconocidas por los argentinos, motorizan el sistema agroindustrial y trascienden el agro.
Creado el 4 de diciembre de 1956, el INTA nació con la misión de generar innovaciones, reforzar la competitividad de las cadenas productivas, promover el desarrollo rural sustentable del país y fortalecer las condiciones de vida. Hoy se destaca por ser una de las pocas instituciones en el mundo, cuya estructura articula investigación y extensión, que observa el contexto y busca adecuarse con nuevas propuestas tecnológicas.
Esta interacción se constata en dos estudios de opinión pública que ratifican el impacto de los logros: el primero afirma que dos de cada tres productores rurales del área núcleo valora positivamente la acción del instituto, mientras que el segundo estima que uno de cada dos argentinos de centros urbanos tiene la misma apreciación.
Con presencia en las cinco regiones de la Argentina, el INTA se organiza en una estructura que comprende: una sede central, 15 centros regionales, seis centros de investigación, 52 estaciones experimentales, 22 institutos y más de 400 unidades de extensión.
En la definición de cada línea de trabajo llevada adelante en estos espacios, está la mirada de más de 2.000 representantes públicos y privados –organizaciones de productores, gobiernos provinciales, municipios, entidades del sector, universidades, comunidad científica– que funcionan como consejeros y ejercen un control social sobre la institución.
El INTA en Catamarca
La Estación Experimental Agropecuaria Catamarca fue creada mediante un convenio firmado por las autoridades federales de la provincia y el INTA, en Sumalao, Departamento de Valle Viejo, Provincia de Catamarca, el 28 de febrero de 1958. Desde sus inicios el organismo tiene la finalidad de impulsar el desarrollo llevando a la práctica planes de experimentación científica, promoviendo el sector agrario mediante el acompañamiento técnico educacional al productor y el desarrollo de una importante acción de extensión. Uno de los principales objetivos reside en el mejoramiento de la competitividad de las cadenas y sistemas de producción, en un marco de equidad social y salud ambiental priorizando la conservación de los recursos naturales (Boletín oficial, 1958).
En relación con la apertura de la institución en la provincia, una gacetilla de aquel entonces hizo alusión al acontecimiento: “Entrar al INTA de Catamarca, es algo así como sumergirse en el potencial productivo de una zona rica y fecunda, donde a la tradición de sus cultivos se asocian y agregan los logros tecnológicos de un pueblo que avanza”.
“La producción agropecuaria de Catamarca se ha venido desenvolviendo en forma precaria por la falta de información previa, base esencial para desarrollar las técnicas modernas. Las autoridades federales de dicha provincia con sentido exacto del problema, firmaron un convenio con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria para aunar los esfuerzos técnicos en ese sentido. De ese convenio surgió la Estación Experimental Agropecuaria de Catamarca sobre la base del Vivero Olivícola Nacional en Sumalao, en el Departamento de Valle Viejo IDIA” (febrero 1958,p.9).
En la actualidad, el INTA Catamarca cuenta con un extenso campo experimental sobre la ruta provincial N° 33, donde posee instalaciones y laboratorios para desarrollar tareas de investigación en frutales y hortalizas, riego, agroindustria, disciplinas priorizadas en apoyo al desarrollo rural, estudios socioeconómicos y comunicaciones.
Asimismo, posee un campo anexo en la localidad de Santa Cruz, dedicado principalmente a las actividades con rumiantes menores y con avicultura. También se destaca el trabajo logrado a través de la cobertura de las Agencias de Extensión Rural (AER) distribuidas en el interior provincial: Tinogasta, Belén, Andalgalá, Santa María, Santa Rosa, Paclín/Ambato, Capayán, Pomán y La Paz.
La finalidad de la Estación Experimental Catamarca es promover la gestión de los conocimientos interdisciplinarios con la activa participación de todos los actores territoriales, construyendo alianzas estratégicas que favorezcan y contribuyan a la sostenibilidad social, económica y ambiental de los sistemas productivos provinciales.
En ese sentido, Fernando Balbi, director de la Estación Experimental Catamarca, destaca el rol que cumple el INTA en la asistencia técnica y acompañamiento a productores en todo el territorio provincial. Esto exige la complementación de recursos humanos y materiales junto a organizaciones de productores e instituciones con el fin de lograr impacto en los cambios que requiere el sector productivo.
INTA: 67 años de liderazgo en el desarrollo tecnológico del agro
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