El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva sancionó este martes con veto la Ley de Directrices Presupuestarias (LDO) de 2024.
La LDO tiene como función orientar la elaboración de la Ley de Presupuesto Anual (LOA), al establecer parámetros fundamentales para la asignación de recursos, con el fin de garantizar, en la medida de lo posible, el logro de las metas y objetivos contemplados en el Plan Plurianual (PPA), dice una nota del Gobierno brasileño.
La medida fue publicada en el Diario Oficial de la Unión este martes, todo ello luego que el texto fuera aprobado por el Congreso el 19 de diciembre.
Entre las principales directrices para 2024, hay una meta de déficit primario cero, es decir, el gasto federal no puede exceder la suma de los ingresos tributarios y otras fuentes. Para cumplir con la meta fiscal , el gobierno necesita obtener el equivalente de 34.000 millones de dólares de ingresos adicionales este año.
La LDO también prevé un total de casi mil millones de dólares para el Fondo Electoral, que los partidos políticos podrán utilizar para gastar en las elecciones municipales de 2024.
Tradicionalmente, la votación de la Ley de Presupuesto Anual (LOA) es la última actividad de la Legislatura antes del inicio del receso, y los parlamentarios deben cerrar el año con la LDO del próximo año aprobado.
La LDO también trata sobre reglas para el destino de las enmiendas parlamentarias, que son recursos destinados a representantes y senadores, así como a escaños y comités estatales. Entre las disposiciones vetadas por Lula se encuentran secciones del calendario para la distribución de modificaciones obligatorias, es decir, pagos obligatorios.
El presidente vetó los apartados que exigían el compromiso (reserva) de recursos dentro de los 30 días siguientes a la divulgación de las propuestas y que determinaban que todos los pagos debían realizarse en el primer semestre de 2024, en el caso de transferencias de fondo a fondo ( de la Unión para las entidades federadas) para los ámbitos de la salud y la asistencia social.
“El precepto afectaría directamente la gestión de la ejecución presupuestaria y financiera del Poder Ejecutivo federal sin disposición constitucional expresa”, dice el mensaje del presidente Lula, para justificar los vetos en el Congreso Nacional. Por eso, los dispositivos van más allá del propósito de la LDO y además violan la Ley de Responsabilidad Fiscal, según la cual corresponde al Ejecutivo establecer la programación financiera y el cronograma de ejecución de los desembolsos de recursos.
El otro veto de Lula fue una enmienda presentada por el diputado Eduardo Bolsonaro y aprobada por los parlamentarios en la votación final de la LDO que prohíbe posibles gastos con la invasión u ocupación de propiedades rurales privadas.
También se incluye realizar abortos no permitidos por la ley; cirugías de cambio de sexo para niños y adolescentes; acciones que pueden incidir en que “niños y adolescentes, desde la guardería hasta el bachillerato, tengan opciones sexuales distintas a su sexo biológico”; y acciones encaminadas a deconstruir, disminuir o extinguir el concepto de familia tradicional, formada por padre, madre e hijos.
Ninguno de estos temas estaba previsto en el proyecto LDO y habían sido rechazados por el Comité Mixto de Presupuesto (CMO).
“El texto de la enmienda genera también una fuerte inseguridad jurídica, en comparación con la propuesta que prohibía vagamente los gastos que ‘directa o indirectamente, promuevan, alienten o financien’ diversas conductas”, explica el Gobierno brasileño, en un comunicado.
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