Los dos pabellones de artesanías en la muestra artesanal de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho son un gran bazar de objetos artesanales exclusivos, ninguno es igual a otro, y utilitarios imprescindibles para los distintos espacios del hogar. Los artesanos ofrecen desde cuencos de arcilla, saleros de cerámica y de hueso, morteros de piedra, cuchillos de todos los tamaños, muebles de madera, mimbre, lámparas de simbol y mucho más.
Para la cocina hay una amplia variedad de utensilios y los morteros de piedra están entre los más elegidos. Lucas Schneider, de Córdoba recomienda los más pequeños para moler semillas, y los más grandes para preparar pesto o guacamole. “Los pulidos por dentro son más para cosmética y para la comida conviene que sea rugoso porque la aspereza tiende a deshacer la fibra vegetal y la cáscara de semilla”, explicó.
Las ollas, fuentes, cuencos y pava de arcilla pirca de la puna jujeña que hace Damiana Moya, son ideales para preparar comidas deliciosas. “Se puede hacer de todo, salsas, estofados, puchero, hervir fideos, hasta un pollo. Y a los 15 minutos apaga las hornallas y espera que termine de cocinarse”. Además, ofrece azucareras que hace con arcilla blanca y decora con dibujos hechos con óxido de piedra.
Isidro Mamani vino desde Embarcación Salta con artesanías hechas en palo santo. “Traje palos de amasar, para rascar la espalda, morteros, saleros,pinches para picadas de 6 y 12 y para servir ensalada”, contó.
Para los fanáticos de los cuchillos hay muchas opciones que varían en los tamaños y en los diseños, también hay set de cubiertos con mangos de hueso del artesano José Reynoso, de Paclin. Hector Lamanna ofrece en su stand destapacorchos, salpimentero, cucharas para condimentos, pinches, aromatizadores, y juego de ajedrez en hueso de vaca.
Los mates también son protagonistas en los stands, hay de todo tipo, cerámica, porongo. En el stand de Viviana Padilla, de Buenos Aires, venden un mate imperial de tamaño pequeño que bautizaron “el principito”; y bombillas de plata y alpaca con muchísimos diseños. Las tazas y recipientes de cerámica de la artesana Vivíana Mayne, de Mendoza son recomendadas “para el café que viene en cápsula y otras más grandes para el té”.
Natalia Martinez, de Santa Rosa, La Pampa trajo sus artesanías en cerámica inspiradas en el patrimonio ranquel: mates, tazas, cuencos, ollas y botellitas gör (zorro) para aceite y vinagre. “La olla comunitaria rankel con sus cuatro cazuelas colgadas con figuras de piche o peludo, fue premiada en otra edición en la que vinimos”, recordó.
Para el living y comedor hay todo para equipar estos espacios: lámparas colgantes y de pie, de simbol, y de liana, revisteros, floreros de pie, canastos con manija que trajo Norma Palomeque, del departamento Santa Rosa.
Roxana Sanchez, de Fray Mamerto Esquiú, ofrece muebles que realiza con la técnica del esterillado en fibra vegetal. “Buscamos hacer algo novedoso porque la esterilla siempre la vemos en muebles antiguos, nosotros trajimos una hamaca colgante, una mesa ratona, cofres y muebles de guardado para la cocina o el baño. Tratamos de hacer objetos únicos que surgen de la creatividad, innovando para que no se pierda la técnica”, comentó.
Carlos Suárez, de Mendoza, ofrece banquitos con espacios de guardado, bibliotecas, espejos, y una hamaca colgante de mimbre, y José Echegaray, de Ambato, mesas, sillones con tientos de cuero de vaca, banquetas, juegos de comedor, living, desayunador (o mesita cervecera), perchero y especiero de madera de nogal.
Desde Córdoba, el artesano Leonardo Fasolo ofrece cajas para te, portarretratos y lámparas de vidrio, al igual que Norma Albornoz, de Entre Ríos, que trajo novedosos portacelulares en vidrio. Los relojes de madera de Elvio Caudana de Córdoba, por sus diseños son recomendables para cualquier espacio de la casa.
Los puyos de lana de llama, de oveja y los que algunos tejedores mezclan las dos lanas, son los más buscados. La propuesta de las artesanías textiles visten los dormitorios con almohadones de lana de oveja teñidos con tintes naturales y con los pie de cama en lana de llama tejidos con diversas técnicas.
Para la galería y el quincho el artesano Ramón Andrés Gérez, de Los Altos, ofrece sillas y mesas de madera de sauce mimbre. Rolando Monasterio, de Valle Viejo, trajo a la muestra braseritos forjados en fragua (hierro caliente) para calentar mate, locro, o para mantener caliente el asado; set de pinza, pala y atizador y para el patio, juegos de jardín.
Para el protagonista de este espacio de la casa, el asador, Javier Arrieta, trajo de Tucumán las tablitas de madera y una mesa auxiliar de asador. “Es la estrella del stand, tiene la tabla incorporada para sacar y servir, cajón, lugar para colgar implementos, especieros, destapador de cerveza y ruedas con frenos”, destacó. Además ofrece hueveras, bateas cuadradas, pizzeras y platos hechos con ensamble de maderas nativas: cancharana, laurel, juashuvira, tarco, paraiso, peterivi, cedro, soita, y palo amarillo.
Todas las artesanías utilitarias de todos los rubros de artesanos catamarqueños y de distintos puntos del país pueden encontrarse en los dos pabellones de artesanías, en el Predio Ferial Catamarca a partir de las 13 y hasta las 23 horas.