La Fiesta Nacional e Internacional del Poncho no solo es un evento cultural que destaca por sus artesanías, sino que también promete deleitar a los asistentes con una oferta gastronómica variada y auténtica durante los 10 días de su duración.
Los tradicionales ranchos de cocina criolla, alineados a lo largo de 200 metros en el sector oeste del predio, cuentan con una capacidad para 150 personas en cada uno y un horario de atención de 12 del mediodía hasta las 4 de la madrugada. Ofrecen una fusión única de la gastronomía tradicional en un ambiente rústico y relajado, utilizando productos locales y vinos catamarqueños para crear platos auténticos que reflejan la cultura de nuestra provincia.
Cada rancho presenta una variedad de platos típicos, unificados en precios accesibles. Desde buseca, humita y locro a $8000 la porción, hasta parrilladas de asado, lechón y cabrito a las llamas con precios entre $12000 y $15000, disfrutando de las mejores carnes catamarqueñas. Además, tamales a $2500 la unidad y la docena de empanadas a $10000 son opciones irresistibles.
Para acompañar las comidas, se ofrece una selección de vinos catamarqueños que oscilan entre $4000 y $15000, incluyendo opciones nacionales con sus distintos tipos malbec, torrontés, bonarda y red blend. Para finalizar, se pueden disfrutar postres regionales como nueces confitadas, dulce de membrillo con queso, higos en almíbar, duraznos con crema, budín de pan y chocotorta.
Analia, oriunda de la localidad de María Susana, provincia de Santa Fe, eligió uno de los ranchos a la hora de almorzar: “Es la primera vez que vengo, me sorprendió todo, desde la entrada, sus pabellones, las artesanías y por supuesto no me podía ir sin probar un plato tradicional. Vine con una idea pero superó todas mis expectativas”.
Además de los tradicionales ranchos, en la caminería del predio se encuentran La Marrupeña y Aguardiente, con opciones gastronómicas que incluyen delicias como tamales, empanadas, bondiolas, entrañas y costillares en su menú, con platos a partir de $5000. Aguardiente abre sus puertas desde las 10 de la mañana, con opciones para desayunos y meriendas, además no solo ofrece vinos, sino que cuenta con una carta de coctelería y bebidas blancas. La Marrupeña recibe a los comensales a partir de las 13 horas hasta las 3 de la madrugada, y se caracteriza por sus espectáculos en vivo durante el mediodía y la noche, con un derecho de espectáculo en horario nocturno que invita a los asistentes a levantarse y bailar folclore.
Fotos: Ministerio de Cultura, Turismo y Deporte / Ariel Pacheco