Posted by La autoridad electoral anunció el resultado final, pero sin presentar datos del escrutinio. Maduro llevó el conflicto a la Justicia, pero la oposición -ahora con el apoyo explícito de EEUU, apuesta a sus propias actas y a una nueva marcha este sábado. Crece la tensión.
A casi una semana de la votación venezolana, la ausencia de las actas del Consejo Nacional Electoral (CNE) complican cada vez más a Nicolás Maduro. La expectativa que había generado la presentación de un segundo boletín se desvaneció rápidamente cuando solo volvieron a hablar de números en el aire, sin presentar ninguna documentación que lo avale. A todo este complejo escenario, se suman las denuncias de hackeo por parte del oficialismo y las de fraude por parte de la oposición. Además, a lo Nayib Bukele desde el Gobierno amenazan con cárceles de máxima seguridad a quienes salgan a protestar como “guarimberos” para calificarlos de violentos y Estados Unidos reconoció a Edmundo González Urrutia como presidente.
En la espera
Desde el domingo por la noche cuando el CNE dio a conocer que Maduro había ganado las elecciones pero no presentó ningún acta para acreditarlo, los pedidos desde la oposición y desde afuera comenzaron a ser cada vez más fuertes. El reclamo vino incluso de gobiernos más cercanos como los de Brasil, México o Colombia, que consideran que la presentación de esa documentación es clave para avalar una victoria. El Gobierno sostuvo que no pudieron dar a conocerlo por un hackeo que habrían sufrido desde Macedonia del Norte, un ataque del que tampoco dio ninguna prueba aún. Durante toda esta semana se mantuvo la expectativa sobre esa presentación, pero nunca sucedió.
“El gran Polo Patriótico y el Partido Socialista Unido de Venezuela están listos para presentar el 100% de las actas electorales que tenemos en nuestras manos. Sé lo que les estoy diciendo, muy pronto se van a enterar porque Dios está con nosotros y las pruebas de este complot ya aparecieron”, había dicho el mandatario esta semana, por lo que generó más expectativa del anuncio de este viernes del CNE, Sin embargo, el presidente del Consejo, Elvis Amoroso, volvió a dar información sin presentar ningún acta.
El titular del CNE afirmó que tenían los resultados definitivos de la elección, que habrían votado un total de más de 12 millones de electores, lo que representaría una participación del 59,97%, y que Maduro habría obtenido el 51,95%, es decir, más de 6 millones de votos y Edmundo el 43,18% con más de 5 millones. El anuncio generó la burla de gran parte de los usuarios de las redes sobre lo que ya muchos analistas consideran bochornoso: a casi una semana de los comicios, no se conocen los datos desglosados, no se conocen las actas, y por lo tanto ni siquiera se puede saber cómo fueron las votaciones en los distintos territorios del país.
A la par, la oposición creó una página web donde subió lo que dijo son más del 80% de las copias de actas que recibieron sus testigos el día de la votación. Según sostienen, esa documentación demuestra que Edmundo habría obtenido casi el 70% del apoyo. Ninguna de las misiones de observadores electorales se pronunció aún sobre estas actas. Además, si bien el oficialismo cuestionó a la oposición por sus denuncias de fraude, tampoco puede negar la validez de ellas por el simple motivo de que no presentaron las suyas, ni las del partido ni las del Consejo Electoral, pese a sus reiteradas promesas.
Ante el pedido masivo de la oposición y de mandatarios del exterior para que el Consejo de a conocer las actas, desde el oficialismo afirmaron que tienen un plazo de casi un mes para hacerlo. Sin embargo, El Destape consultó al director del centro Votos copio y experto en materia electoral, Eugenio Martínez, quien fue categórico: “La ley dice que el CNE tiene que publicar los resultados en gaceta electoral dentro de los 30 días siguientes a la proclamación. La gaceta es la publicación oficial del poder electoral. La Ley también dice que el CNE tiene 48 horas para hacer el 100% de la totalización y la Ley también dice que tiene que garantizar la auditabilidad de los resultados, lo de los 30 días es un límite para una publicación del anuario estadístico del árbitro electoral”.
De hecho, si se mira el comportamiento de elecciones anteriores se daba a conocer en la misma semana el desglosado de las votaciones venezolanas, algo que no sucedió en esta ocasión. El argumento que repiten desde el Gobierno es que tiene que ver con el hackeo que les impide dar a conocer esos datos y que tiene a la página web caída desde el domingo. Esta semana, el mandatario se presentó en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para pedirle que audite el escrutinio y que se “aclare todo lo que haya que aclarar” y la justicia tomó el recurso y citó a los 10 candidatos este viernes a presentarse a comparecer.
Otro golpe de esta semana tuvo que ver con los observadores, particularmente con el comunicado que emitió el Centro Carter que consideró que no fue democrático lo que sucedió el domingo: “El Centro siempre fue muy bien valorado por el gobierno venezolano, de hecho el propio ministro de Defensa, Padrino López, alabó muchísimo a la actual misión del Centro cuando llegó a Venezuela para la observación del 28 de julio. El informe del Centro va en la línea de lo que ha dicho toda la comunidad internacional y de ahí ahora las críticas del gobierno al Centro Carter”, agregó Martínez, sobre un dato relevante que se sumó a la incertidumbre de esta semana.
“Los ‘guarimberos’, estos criminales, tenemos más de 1.200 capturados y estamos buscando a mil más. Los vamos a agarrar, los vamos a agarrar a toditos y no va a haber perdón esta vez, con mi corazón de hombre de paz y cristiano les digo que esta vez no va a haber perdón”, aseguró Maduro a lo Bukele ante las cámaras de televisión, al contar que espera la construcción de dos cárceles de máxima de seguridad para quienes lleven adelante lo que se conoce como guarimbas, que fueron protestas que llegaron a ser muy violentas con seguidores del oficialismo, pero que ahora se esparce el temor a los venezolanos que quieran salir a manifestarse de manera pacífica.
Si bien las calles de Venezuela están más tranquilas después de lo que fueron días como el lunes o martes con protestas, muertes y detenciones, no se descarta lo que pueda suceder en las próximas horas. Por un lado, el oficialismo convocó a sus seguidores esta semana que se ha manifestado de manera masiva durante estos días, y a su vez, María Corina Machado que ayer publicó un artículo en The Wall Street Journal donde afirmó que habla desde la clandestinidad por temor a lo que suceda con su vida y llamó a sus seguidores a movilizarse este sábado e ir “hasta el final”.
“Creo que ahora hay una novedad y es que es la primera vez que las protestas en este caso contra la decisión del CNE son protestas que tienen como sujeto a los barrios más pobres. El Gobierno se enfrenta sobre lo que ha sido su base social en las periferias, en los bastiones históricos del chavismo su base social. Los sujetos que protestaban venían de los barrios, la protesta política cambia de coordenada social, cambia de color, no es clase media sino una protesta que ha descansado en los sectores más empobrecidos que son los hijos del chavismo”, afirmó a El Destape el profesor de la Universidad Central de Venezuela, y activista de Derechos Humanos, Andrés Antillano, quien además sostiene que el gobierno de Maduro tuvo un giro punitivista “caracterizado por el aumento de la violencia contra los más desposeídos, en claro contraste con el gobierno de Chávez”.
Además del anuncio de Maduro sobre las cárceles de máxima seguridad que tuvieron mucha repercusión mediática internacional, otro de los puntos tuvo que ver con el uso de aplicaciones para que denuncien a quienes van a protestar. “La aplicación que existe hace un año, año y medio que esa una especie de gobierno digital se podía quejar por ejemplo cuando no tenés luz, internet, hacías la queja y responden por esa app que intentaba compensar la prestación de servicios básicos, es muy curioso cómo este mecanismo ahora es para el uso de la delación, para acusar a vecinos sin debido proceso que dice mucho de este devenir que ha abandonado la justicia social y la democracia dos pilares claves del chavismo”, agregó Antillano.
A su vez, el académico recordó: “Chávez fue un demócrata, y siempre puso la democracia en el centro, en buena medida la izquierda latinoamericana tuvo como horizonte la democracia y deja de lado las fantasías de la lucha armada. Chávez recuperó la democracia y se proponía ampliarla y luego la justicia social, de redistribución, dos elementos complementarios”.
Otro punto clave que sucedió esta semana fue la decisión de Joe Biden de reconocer a Edmundo como mandatario electo de Venezuela, algo que inevitablemente recuerda a lo que sucedió en el 2019 cuando al menos 50 países reconocieron a Juan Guaidó como Presidente, más allá de que el contexto y los motivos son otros. “Dadas las abrumadoras pruebas, está claro para Estados Unidos, y lo que es más importante, para el pueblo venezolano, que Edmundo González Urrutia ganó la mayoría de los votos en las elecciones presidenciales”, aseguró a través de un comunicado el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
Días antes, Maduro había asegurado desde el CNE que con las protestas la oposición buscaba llevar adelante un golpe de Estado y había afirmado que desde afuera se buscaba hacer un “Guaidó 2.0”. Lo cierto es que pese a la gran crisis política que atravesó el mandatario venezolano en ese momento, sumado a una crisis económica de sanciones y desabastecimiento social, logró mantenerse en el poder, con el apoyo de los militares y de jugadores internacionales como China, Rusia o Irán. La duda que surge es si en una situación similar, el liderazgo de Luiz Inácio Lula da Silva en la región puede modificar algo o no.
Esta semana, se intentó llevar adelante una resolución en la Organización de Estados Americanos (OEA) que quedó muy desprestigiada para varios países regionales sobre todo por su accionar en Bolivia, y países como Brasil o Colombia se abstuvieron y México se ausentó. Los primeros análisis que surgieron era si su postura tenía que ver con llevar adelante una mesa de negociación con Venezuela, y que se aclaró un poco más el panorama cuando publicaron un comunicado en conjunto donde destacan que las decisiones para el país tienen que ser soberanas, pero a su vez le exigen al Consejo Electoral que dé a conocer las actas como paso clave para hablar de victoria.
Cuanto más tiempo pase, más incertidumbre se genera en torno a la elección que mira el mundo. Para el académico Antillano la decisión de Estados Unidos de reconocer a Edmundo beneficia a la narrativa de Maduro como también lo hace que la oposición haya denunciado fraude otras veces, y que eso genere lo que sucede como con el chiste del ahogado que de tantas veces hacer un humor de que se ahoga, cuando se ahoga realmente nadie le cree. En ese contexto, el especialista afirmó que va a ser clave una presión internacional “inteligente” como considera que hacen México, Brasil, Chile y Colombia, más la presión social e institucional. Hasta el momento, el gobierno se muestra firme en victoria, las actas no aparecen y en las calles se teme que haya violencia.
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