El Museo de Bellas Artes Laureano Brizuela propone para el mes de agosto una muestra especial, con tres artistas invitados que cuentan con una gran trayectoria dentro y fuera de la provincia.
La muestra, denominada “Diálogos” es una simbiosis del pintor, escultor, ceramista y artista textil, Enrique Salvatierra, su esposa Manuela Rasjido, diseñadora textil y artista plástica. y el hijo de ambos, Jerónimo Salvatierra, de profesión arquitecto, y también artista plástico.
La inauguración de la muestra “Diálogos” será el viernes 9 de agosto a las 20 hs, en el Museo de Bellas Artes Laureano Brizuela, ubicado en San Martin 316, y estará expuesta hasta el 6 de septiembre. Se podrá visitar de lunes a viernes de 8 a 13 y de 16 a 20 hs, y los sábados de 9 a 13.
Estos artistas, fuertemente ligados al territorio que habitan, Santa María, la tierra de los Valles Calchaquíes, expresan su amor a la tierra a través de sus producciones.
Enrique Salvatierra, nacido en San Miguel de Tucumán en 1948 y criado en Santa María, donde reside actualmente, refleja su profundo vínculo con su tierra a través de su arte. Su obra, desarrollada en un entorno alejado del “mundanal ruido”, destaca por su refinamiento y sutileza, expresándose en pintura, tapiz, cerámica y escultura, con una coherencia entre medio, forma y contenido que revela su conexión íntima con el lugar que habita.
Salvatierra busca revitalizar sus raíces y encontrar imágenes que representen sus sentimientos y el tiempo vivido. Su trabajo, meticuloso y paciente, está inmerso en un contexto lleno de huellas del pasado, mitos y leyendas. Este entorno permite percibir la sensibilidad de las culturas primigenias y entender que cada reflexión y obra tiene su propio ritmo. En su taller, rodeado de recuerdos y olvidos, Salvatierra explora un pasado casi inalcanzable, intentando conectar con verdades que se disipan y reaparecen, iluminando su alma y revelando misterios profundos.
Por su parte, Manuela Rasjido, nacida en Santa María en 1952, es diseñadora, artista plástica y Licenciada en Letras. Su obra textil fusiona elementos antropológicos con un enfoque estético riguroso en el uso del color, texturas y formas, ofreciendo una lectura contemporánea y universal.
Rasjido combina conocimientos de la plástica con técnicas ancestrales de teñido, hilado y tejido para crear su distintivo estilo de prendas, que ella denomina “Arte para Usar”, y que han ganado reconocimiento tanto a nivel nacional como internacional. Para ella, la ropa trasciende su función básica; debe tener alma, poesía y valor artístico o cultural.
En su arte-moda, Rasjido encuentra una forma de expresar la permanencia de nuestra identidad. Sus “colores emocionales” y diseños evocan la naturaleza que la rodea y el patrimonio arqueológico andino. Sus telas, cortes y bordados reflejan una declaración de principios personales. Sus creaciones hablan de su gente, su historia y la tradición,
Herencia artística y creativa
Jerónimo Salvatierra, nacido en Santa María (Catamarca) en 1983, es arquitecto graduado de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Tucumán. Su formación artística comenzó en el taller de su padre, Enrique Salvatierra, y continuó con clases de dibujo en el taller de Kelly Romero y clínicas con Luis Felipe Noé y Andrés Labaké.
Sus obras forman parte de la serie “Construcciones Paralelas”, que surge de estudios fotográficos de construcciones centenarias en los Valles Calchaquíes y la Puna del Norte Argentino. Jerónimo reinterpreta estas construcciones en su obra, transformándolas en estructuras livianas que parecen flotar. Incorpora la vegetación de la selva de Yungas como un elemento esencial, fusionando volúmenes y creando una simbiosis en la construcción de sus obras. Su objetivo no es tanto aludir a “arquitecturas imposibles” sino explorar nuevas construcciones de sentido.
La obra de Jerónimo Salvatierra combina dos vertientes principales: el anclaje arquitectónico, con un enfoque funcional en algunas propuestas, y lo escultórico, donde crea equilibrios geométricos flotantes. Sus estructuras, a menudo sin puertas ni escaleras, se presentan como iconografías cerradas, casi como ruinas atemporales que permanecen en un punto de vista fijo. Utiliza una paleta monocromática en blanco y negro para acentuar el carácter escultórico de sus obras, destacando las texturas y el alma de los materiales constructivos.
Jerónimo utiliza técnicas digitales, buscando la síntesis y aplicando la teoría de la perfectibilidad de Lyotard, que busca obtener los mejores resultados con el menor esfuerzo. Su trabajo refleja una profunda conexión con los Valles Calchaquíes, su paisaje y su cultura primigenia.
Actualmente, Jerónimo se dedica a la producción de su obra pictórica en su estudio-taller, además de desarrollar proyectos de arquitectura y diseño.