Con las últimas medidas económicas, la recaudación podría aumentar 1,1 puntos del PBI

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Los cálculos realizados por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal arrojaron que si se da esa proyección se lograría alcanzar un déficit del 2%, tal como había reclamado el FMI. 

Las últimas medidas anunciadas por el ministro de Economía, Sergio Massa, apuntan a cerrar al menos dos brechas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Por un lado, alcanzar una mayor recaudación impositiva –vía derechos de exportación, el Impuesto País y Ganancias- que permita reducir el déficit y por el otro, incrementar los ingresos de dólares para las reservas del Banco Central.

Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), de cumplirse los objetivos esbozados por el Gobierno nacional, la recaudación tributaria podría incrementarse en 1,1 puntos porcentuales en relación al PBI. De alcanzarse este guarismo, el déficit de este año sería del 2%, similar al que reclamaba el Fondo previo a las nuevas negociaciones. En relación al gasto público, debería sostenerse el mismo nivel de caída en términos reales que el registrado durante el primer semestre.

Según el análisis realizado por el IARAF, dado el comportamiento de los ingresos y gastos del período enero – junio (con caídas reales del gasto), el déficit proyectado hacia el cierre del año sería del 2,9% del PBI. “La caída del gasto público en términos reales solo pudo compensar la mitad de la merma en los ingresos, afectados por una caída interanual del 50% en los derechos de exportación”, destacó el Instituto.

Con las medidas anuncias el domingo pasado, en el marco de las negociaciones con el FMI cuya letra chica aun se desconoce, el IARAF calculó que la recaudación tributaria nacional podría incrementarse en 1,1 puntos porcentuales del PBI.

“Los recientes cambios del impuesto PAIS y el nuevo dólar agro podrían aportar 0,8 puntos porcentuales del PIB. El anticipo de ganancias, en caso de repetir lo sucedido en 2022, podría aportar 0,27 puntos porcentuales del PIB. En este último caso, por tratarse de un impuesto coparticipable, al Sector Público Nacional le corresponderían 0,11 puntos porcentuales del PIB”, puede leerse en un reciente informe del Instituto de análisis fiscal.

De lograrse este incremento de la recaudación, lo que supone que todas las empresas pagarán el anticipo de ganancias y se lograrán adelantar todas las exportaciones proyectadas, el déficit primario podría reducirse al 2,03% del PBI, según las estimaciones del IARAF. “De ser así, el Estado nacional registraría una merma de 0,34 puntos porcentuales en relación al 2022, cuando se destacó un déficit del 2,37% del PBI”, concluyó el trabajo.

El ajuste en marcha

Para que el incremento de la recaudación por las nuevas medidas contribuya a la reducción del déficit, debería producirse la misma caída del gasto real durante el segundo semestre. “De ser así, el gasto podría finalizar en el 19,8% del PBI, una caída de 0,5 puntos porcentuales respecto a 2022”, puede leerse en el trabajo de este centro de investigación.

El ajuste del gasto en términos reales se viene ejecutando desde agosto del año pasado, tal como reconoció el propio Massa en una charla en la AmCham. Según los datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, los gastos primarios mostraron una contracción real del 9,8% durante el primer semestre de este año en comparación con el primer semestre del 2022.

“Las disminuciones reales más relevantes se registraron en los subsidios energéticos (27,3%), en los programas sociales (23,8%), en las jubilaciones y pensiones (4,6%) y en las asignaciones familiares (28,2%)”, explicaron desde la OPC.

En junio, el gasto también siguió con la desaceleración, en el orden del 3% en términos reales. La prioridad del mes fueron los subsidios a la energía (a diferencia de los otros meses), infraestructura educativa y energética. La merma en términos reales la siguió liderando el rubro prestaciones sociales.

“La sequía produjo en el primer semestre una reducción en las exportaciones que limitaron el acceso a dólares e impactaron en la actividad económica. Todo esto produjo una dinámica de ingresos y gastos muy complicada a pesar de los esfuerzos del gobierno por reducir los gastos tanto en prestaciones sociales como en subsidios económicos. Esta situación confluyó en que las primera dos metas fiscales del año con el FMI no sean cumplidas y que hoy se estén renegociando nuevas metas”, analizaron desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

ElDestapeweb

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