La alianza opositora piensa que puede ganar en primera vuelta pero el peronismo tiene un panorama completamente contrario. Para el PJ, la provincia se retendrá y para JxC se podría triunfar el domingo o, en el peor de los casos, en el balotaje.
El domingo, Juntos por el Cambio querrá dar la sorpresa. Con una elección completamente impredecible por la escasa concurrencia y el confuso contexto de las PASO, lo que pueda suceder en Chaco apareció como difícil de predecir. Sin embargo, la alianza le pone todas sus fichas al radical Leandro Zdero para arrebatarle la provincia a Jorge Capintanich.
El 18 de junio, cuando se celebraron las Primarias, participó sólo el 58% del padrón habilitado. Menos de seis de cada diez personas, lo que abre un mundo de posibilidades para este fin de semana dado que la afluencia debería incrementarse y favorecer a uno u otro espacio. Para Juntos por el Cambio, los que no participaron son mayormente propios.
En materia de fuerzas políticas, el peronismo obtuvo casi el 37% versus el 42% de Juntos por el Cambio. Ajustado, pero la oposición quedó arriba aunque, en forma individual, Capitanich le sacó 13 puntos de distancia al candidato más votado de la alianza. Entonces, la coalición, para lograr el triunfo, deberá garantizar la permanencia de los votos del derrotado en la PASO y sumar nuevos votantes ante un eventual crecimiento del PJ.
La convicción es fuerte. Se espera que Patricia Bullrich viaje hasta el Chaco para acompañar a Zdero junto a Gustavo Valdés, el padrino político del radical del norte. Ella programó una movilización por Resistencia para el lunes. El gobernador de Corrientes fue el que apadrinó al chaqueño desde el inicio y quien consiguió la unidad detrás de su figura para generar mayor fuerza. Se espera que los tres participen de una conferencia de prensa al cierre de la jornada electoral y que la postulante presidencial vaya a tierras correntinas el lunes.
Ese viaje ya será parte de su caravana “vamos por Argentina”. Como adelantó El Destape, se subió a una casa rodante el viernes, en El Palomar, para iniciar un recorrido federal con “épica” que la coloque cerca de la ciudadanía y le permita volver a las raíces del territorio. Será una caravana que buscará apuntalarla bajo el concepto del “orden”.
El domingo, ese motorhome tendrá una parada clave. Antes de las PASO, Zdero se había planteado el objetivo de forzar un balotaje con Capitanich pero después del resultado de los comicios de junio empezó a pensar en la posibilidad de ganar en primera vuelta. Algo que no se mostró cerrado ni mucho menos, pero da cuenta de los estados de ánimo.
“Nos gustaría ganar en primera vuelta, si no lo haremos en el balotaje”, se dijo desde la oposición chaqueña ante la consulta de El Destape. Para lograr semejante hazaña, debería conseguir más del 45% de los votos válidos o el 40% y una diferencia de diez puntos respecto del segundo candidato, lo cual parece bastante difícil dada la baja participación en las PASO. En caso de no conseguirlo, el balotaje será el 8 de octubre, cuando se realice el segundo debate presidencial cuyo reglamento se terminó de definir el jueves.
Para la alianza, si crece la participación, Zdero podría llegar al 45% de los votos y triunfar el domingo porque los ausentes de junio fueron propios y porque el candidato libertario provincial tiene poco nivel de conocimiento. Se espera que pueda incrementarse la ida a las urnas del 58 al 70%.
Sin embargo, el peronismo vio una situación completamente opuesta. Para el PJ, la elección se dará vuelta, como sucedió en las legislativas nacionales de 2021. Con ese escenario, se planteó un posible triunfo, incluso un 45% en manos peronistas y no cambiemitas porque el Frente Chaqueño no paró de crecer desde junio mientras que Juntos por el Cambio se estancó hace un mes.
El hecho de que Capitanich haya sido el candidato individual más votado apareció como una clave. Para el oficialismo, será difícil que Zdero pueda retener los votos de su interna y los libertarios, pese a la predicción opositora, le “comerán” puntos clave a la alianza. Tal vez seis o siete. Por el contrario, el Frente Chaqueño empezó a concentrar el voto útil porque el actual gobernador apareció como el único con chances de ganar. Domingo Peppo, por ejemplo, se bajó para apoyarlo y aunar esfuerzos.
En ese complejo escenario, el que no estará presente será Horacio Rodríguez Larreta que sí compartió escenario la semana pasada en Santa Fe con Bullrich y Maximiliano Pullaro. La diferencia es que en esa provincia el radical fue su candidato desde el comienzo. En Chaco también estuvo junto a Zdero pero Bullrich fue la que se sumó en primera instancia.
Si el resultado efectivamente es positivo, ya sea por un triunfo o por forzar una segunda vuelta, Bullrich estará contenta. Si el peronismo lograra dar vuelta los comicios, como espera, Juntos por el Cambio tendrá un tropezón y no llegará al 22 de octubre con tres triunfos provinciales. El territorio que quedará por definir gobernador será cuyano.
En Mendoza se recalentó la elección. Una batalla que podría formar parte de una interna porque dos de los candidatos a gobernador son parte de Juntos por el Cambio pero van en alianzas separadas. Desde el principio, se mostró como una guerra a cielo abierto y si bien el radicalismo espera ganar por una abultada diferencia con Alfredo Cornejo, el deseo sería acercarse a la mitad de los votos, Omar de Marchi, el contrincante de la Unión Mendocina que quedó segundo en las PASO, apuesta por un panorama mucho más parejo.
De Marchi siempre cuestionó que Cambia Mendoza no representa a Juntos por el Cambio en la provincia y que la ampliación se tornó necesaria. Por eso optó por irse por afuera, al considerar que Cornejo maneja la alianza sin darle lugar a otros espacios. Dentro de las críticas se encontró la situación de atraso de la provincia e injerencia de la Gobernación en otros Poderes.
De hecho, esta semana denunció a distintos funcionarios, entre ellos a Cornejo “por la supuesta comisión del delito de trafico de influencias pasivo y agravado” para “acomodar” a “aspirantes a magistrados” y “manipular puntajes de acuerdo a favores e influencias”. También lo comparó con el kirchnerismo – la peor de las comparaciones para un dirigente de JxC – por sortear viviendas a pocos días de la elección. Lo definió como el “plan platita”.
“Es preocupante el esmero de Cornejo por replicar las conductas más dañinas del kirchnerismo. No es la primera. Autoritarismo, gritos, cooptación de jueces, avasallamiento a la división de poderes. Pero puede ser la última”, lanzó De Marchi en sus redes sociales mostrando que será difícil la convivencia mendocina en Juntos por el Cambio. Alfredo Cornejo decidió ignorar a su rival porque entendió que lo que quiere es que él caiga en el juego de la confrontación, base de la campaña del diputado del PRO.
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