Se trata del primer proyecto del grupo independiente “Habrá que ponerle nombre”. Las funciones tendrán lugar este fin de semana.
El grupo de teatro “Habrá que ponerle nombre” vuelve a presentar su obra debut Septiembre Coventry. Tendrá lugar este sábado 30 y domingo 1 de octubre a las 21 horas en el espacio cultural El Cebil, ubicado en Esquiú 781. Las entradas están a la venta a través de la cuenta de Instagram @elcebil.
La obra está escrita y dirigida por Cecilia Salman y tendrá en escena a María Pessacq y Mariana Santillán. El diseño y operación lumínica está a cargo de Débora Nieva y la asistencia técnica es de Mauricio Ten.
Septiembre Coventry llega a El Cebil para dos funciones durante este fin de semana luego de su estreno en el atelier cultural Amarillo.
Sinopsis
Inventamos sistemas para construir una casa, instalamos cañerías para que llegue el agua, usamos bolsas de nylon para tapar los agujeros de la pared y armamos rutinas imposibles para alimentarnos. Animal que camina castramos. Nos amamos algo, pero el lenguaje es nuestro sistema pendiente de construir. Somos una casa que se tapa de yuyos y un monte que se quema.
Septiembre Coventry es el primer proyecto del grupo y forma parte de un largo proceso colectivo entre sus integrantes. Desde su perspectiva consideran que para visibilizar el trabajo de mujeres es necesario compartir visiones desde y entre creadoras escénicas. Por ello, para esta obra decidieron, además de lo que ya propone el texto como particular de un universo de mujeres, también posicionarse durante los ensayos en los roles de cada una de las integrantes del grupo, considerando el proceso de creación como un espacio de construcción y reflexión de sus prácticas escénicas.
Septiembre Coventry es una mixtura de relato, poesía y drama fragmentado, que va entregando retazos-imágenes, circunstancias y ambientes de la supervivencia dentro de la casa que habitan a medio construir donde se asoma una poética entre imágenes y enumeraciones caóticas para traducir un mundo interior cargado de silencios, escenas inciertas e indeterminadas que no buscan clausurar sino desplegar hacia adelante, para apelar “a la subjetividad del receptor”. Entre los sistemas que aparecen en la obra se van enhebrando dos hilos de una trama donde el plano social, comunitario, con el personal, individual, se entreteje en un mismo sentido.