La diferencia entre exportaciones e importaciones de energía acumula un déficit de u$S 1064 millones en los primeros 9 meses. Sin embargo, por la caída en importaciones y la mayor cantidad de exportaciones se evitó una salida de dólares de u$s 4.146 millones si se compara con el 2022.
En septiembre, la balanza comercial energética, fue superavitaria por u$s 27 millones. En el acumulado del 2023, este indicador, que mide la diferencia entre exportaciones e importaciones de energía, acumula un saldo negativo de u$S 1.064 millones. Sin embargo, si se lo compara con los números históricos negativos que tuvo el 2022, la energía implicó que este año el Banco Central evitara una salida de dólares de u$s 4.146 millones.
Así se desprende del último informe elaborado por Nadin Argañaraz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), en base a datos del Indec.
La balanza de dólares de la energía fue negativa por u$s $1.064 millones en los primeros nueve meses del año. A ese número se llega debido a que las exportaciones fueron de u$s 5667 millones, y las importaciones de u$s 6731 millones.
Sin embargo, este saldo, si se lo compara con el del 2022, tuvo una mejora de u$s 4.146 millones.
Según el análisis de Argañaraz, el principal aporte de dólares vino por el lado del ahorro generado por las menores importaciones, que en el acumulado del año alcanzó los u$s 4626 millones.
Por el menor precio de la energía importada el ahorro fue por u$s $1.658 millones, y por la menor cantidad de energía importada el ahorro fue de u$s $2.968 millones. La suma da la cifra es la que arroja el ahorro de u$s $4.626 millones.
Los motivos que explican las menores importaciones este año tienen que ver con una caída en los precios, que se habían disparado en 2022 por la invasión de Rusia a Ucrania. Además, también se requirieron menores cantidades, en parte por un invierno más cálido, pero también por la construcción del gasoducto Néstor Kirchner, que permite llevar el gas de Vaca Muerta a los grandes centros urbanos, realizada por la estatal Energía Argentina (ex Enarsa). Dado que la obra se inauguró en julio, el mayor impacto se verá en el segundo semestre de este año, y a partir del próximo.
En materia de exportaciones, en el acumulado del año registran una caída de u$s 480 millones con respecto al 2022. Sin embargo, en cantidades hubo un aumento, de u$s 1.094 millones, pero que no pudieron compensar el efecto precio, que arrojó un saldo negativo de u$s 1.574 millones.
De la diferencia entre lo aportado por las menores importaciones y por las menores exportaciones surge el excedente de u$s 4.146 millones.
En lo que va del año, la balanza comercial argentina acumula un saldo negativo de u$s 6.960 millones, debido al derrumbe de las exportaciones por la sequía. Es la primera vez en 5 años que se alcanza un saldo comercial deficitario para los primeros 9 meses del año, y se trata del más alto de la década.
Si se observa solamente la balanza energética, en el acumulado enero-septiembre se ve un saldo negativo de u$S 1.064 millones. Sin embargo, según estimaciones de la Secretaría de Energía a las que accedió Ámbito, este número podría revertirse en los próximos 3 meses, y cerrar el año de forma superavitaria por primera vez en una década.
Según las proyecciones oficiales que hacen en la cartera de Flavia Royón, en 2023 habrá importaciones de energía por u$s 7.474 millones, mientras que las exportaciones serán por u$s 7.574 millones, lo cual daría un saldo positivo de u$s 100 millones. Entre los principales motivos, en el Ministerio de Economía resaltan la disminución del precio de importaciones y el aumento del volumen de exportaciones.
Al superávit energético se llegaría luego de un año con un déficit histórico de u$s 4.359 millones, producto de importaciones que ascendieron a u$s 12.868 millones.
Para el 2024, los números oficiales son más auspiciosos. El Ministerio de Economía, que encabeza Sergio Massa, espera que el año que viene haya exportaciones energéticas por u$s 9.604 millones, con importaciones por u$s 5.811 millones, lo que daría un superávit comercial energético de u$s 3.793 millones.
Es que para el 2024, Economía espera tener finalizadas dos obras clave: el Reversal del Norte, y el segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner, lo que permitirá llegar con el gas de Vaca Muerta a 7 provincias del centro y norte del país, y sustituir las importaciones de Bolivia, que cuestan tres veces más que el gas de Vaca Muerta. De momento, la estatal Energía Argentina, que encabeza Agustín Gerez, avanzó con la licitación del Reversal.
Las proyecciones más optimistas son hacia el 2030, donde Economía espera tener un superávit energético de u$s 18.000 millones, lo que convertiría a la energía en un sector tan destacado como el agropecuario.
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