Joaquín Cottani, el secretario de Finanzas que reemplazará a Eduardo Setti en la gestión de Javier Milei, tendrá su primer examen ante el mercado el 20 de diciembre.
Cuando el designado nuevo secretario de Finanzas, Joaquín Cottani, asuma su cargo a partir del 10 de diciembre tendrá frente a él, entre otras cosas, la tarea de renovar deuda pública en pesos por un total de $35,5 billones en 2024. Se trata de una de las herencias que dejará al próximo gobierno la actual gestión.
Al valor de hoy del dólar Contado con Liquidación (CCL), se trataría de unos u$s32.000 millones que tendría que conseguir Cottani para “honrar los compromisos” con el mercado, tal cual lo prometió el presidente electo Javier Milei. Uno de los problemas más importantes de la deuda en pesos es que casi toda se ajusta por valor dólar oficial o por inflación, lo que implica que todas las correcciones que vaya haciendo la próxima gestión en la economía incrementará el valor de esos pasivos.
“El 98% está indexado”, señala la consultora Inveqc en su último informe. El 53% está atado a CER, 38% son bonos duales y 6% dólar linked. El infome advierte que “la magnitud de la devaluación y corrección de precios relativos, así como el éxito de un plan de estabilización, condicionarán el rolleo de estos compromisos”.
A favor de la próxima administración jugará el hecho de que la mayoría de la deuda en pesos es intraestado. La consultora que dirige el economista Esteban Domeqc afirma que “solamente el 35% estaría en manos privadas”. En concreto, Cottani deberá conseguir que el sector privado le financie $13,49 billones, lo que a valor del CCL serían unos u$s12.100 millones.
La otra dificultad es que gran parte de los vencimientos del 2024 se concentran entre enero y abril. De acuerdo con la Oficina del Presupuesto del Congreso (OPC) en el primer cuatrimestre del 2024 los compromisos ascienden a unos $21.700 millones, de los cuales hay $1 billón en enero, $6 billones en febrero; $4,6 billones en marzo y $9 billones en abril.
La semana pasada el Gobierno realizó su última licitación de deuda en pesos. Enfrentaba vencimientos por $5.150 millones y colocó instrumentos por $918.489 millones. De esta manera, el Tesoro cerró el período enero-noviembre con un roll-over del 157% , 20 puntos más que en el mismo período del año pasado. El financiamiento neto fue casi 40% superior.
Por otro lado, también se lograron estirar los plazos de colocación: la Secretaría de Finanzas pasó de endeudarse a 4,1 meses durante el último trimestre de 2022 a 7,8 en 2023.
Gran parte del éxito del roll over de este año tuvo que ver con la intervención del Banco Central en los mercados secundarios. En una jugada similar a lo que ocurre con el circuito de los plazo fijo, que los bancos descargan en el Banco central por medio de las leliqs, en el caso de los bonos en pesos, luego de participar en licitaciones primarias, gran parte de los operadores vendieron sus tenencias a la entidad que todavía conduce Miguel Pesce. La duda es si la nueva gestión seguirá apalancando la deuda en pesos o si se retirará. En enero de este año los bonos del Tesoro en tenencia del BCRA representaban el 10% del activo, mientras que ahora es del 25%.
El primer test del mercado para Cottani será el próximo 20 de diciembre. Ese día, de acuerdo al cronograma fijado por la actual administración, hay una licitación de deuda. El 13 de este mes vencen intereses del BONCER (T5X4) por $90.800 millones y del BONCER (T3X5) por $7.000 millones.
Ambito.com