Crisis industrial, crisis de consumo y crisis alimenticia

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Según el Indec, la producción manufacturera industrial se derrumbó en junio un 20%. El rubro alimentos dio cuenta de una disminución de ventas en carnes, lácteos y panificados. 

La libertad avanza con el derrumbe de la actividad industrial y de la construcción, dos pilares de la actividad económica vinculados al mercado interno. De acuerdo al último informe del Indec, el índice de producción industrial manufacturero registró en junio una caída de 20,1% respecto a igual mes de 2023. En el acumulado del primer semestre la merma fue de 16,1%. El informe oficial revela una situación de extrema vulnerabilidad. La caída en la producción de alimentos permite inferir que miles de familias dejaron de consumir panificados, fideos, galletitas, lácteos y carne como consecuencia del deterioro en sus ingresos. Miseria planificada.

Otra de las consecuencias sociales tiene que ver con el desempleo. El Observatorio de Industriales Pymes Argentinas (IPA) determinó que, entre enero y mayo, se destruyeron 92.000 puestos de trabajo directos del sector privado. En el caso de la construcción, el derrumbe de junio fue del 35%, con casi 50.000 puestos de trabajo destruidos.

La administración de Javier Milei paralizó de manera deliberada la totalidad de la obra pública en todo el país. La Secretaría de Obras Públicas registró en el primer semestre del año una caída en su ejecución presupuestaria del 96% en términos reales, según la Oficina de Presupuesto del Congreso. Uno de los principales rubros económicos afectados por esta paralización fue la industria siderúrgica. De acuerdo al informe del Indec, el rubro industrias metálicas básicas registró una baja interanual de 31,2% en junio. En este escenario, la industria siderúrgica disminuyó un 36,6% interanualmente en junio.

“Se observa una baja interanual en la demanda desde los sectores de la construcción, automotor, maquinarias e implementos agrícolas y de los fabricantes de electrodomésticos”, explicaron desde el Indec.

La construcción es otro de los vectores económicos derrumbados por el programa económico de La Libertad Avanza, en línea con la parálisis de la obra pública. El indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) dio cuenta de una caída de 44,6% en el consumo interno de hierro redondo y aceros para la construcción respecto de junio del año pasado.

No existen los errores de cálculo. La crisis económica y social son elementos (disciplinantes) constitutivos del programa de gobierno de Milei.

En el caso de la construcción, según determinó el Instituto de Estadísticas y Registro de la Construcción (Ieric), entre diciembre y mayo de este año el empleo directo cayó un 18% en la comparación interanual. En cinco meses se destruyeron 47.810 puestos directos distribuidos en todo el país.

Para el Observatorio de Industriales Pymes Argentinas (IPA), la destrucción de los puestos de trabajo registrados llegó a los 92.000 casos, de los cuales 40.000 correspondieron a empresas pymes. “De no corregirse el rumbo, para fin de año los puestos de trabajo formales en el sector privado destruidos durante todo 2024 serían de alrededor de 180.300. Respecto de las empresas, proyectamos el cierre de entre 10.300 y 11.300 PyMEs”, puede leerse en el último informe de IPA.

Lo que está deteriorado son las condiciones de vida de las familias. “La caída de la facturación ha sido muy elevada. Según el caso, ha alcanzado niveles de entre -60% y -80%, en comparación con los niveles de ventas de 2023. Dado que se trata de empresas que venden a otras empresas, la caída en la demanda resulta de la caída del consumo de las familias (cuyos ingresos en términos reales se han contraído fuertemente)”, concluyó el IPA.

Según lo relevado por el Indec, las dieciséis divisiones de la industria presentaron caídas interanuales. En el desagregado, las principales bajas fueron las siguientes:

Industrias metálicas básicas (-31,2%)
Alimentos y bebidas (-8,0%)
Maquinaria y equipo (- 33,1%); “Madera, papel, edición e impresión”, con 24,2%; “Productos Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes (-32,2%)
Minerales no metálicos (-35,6%)
Sustancias y productos químicos (-12,3%)
Otros equipos, aparatos e instrumentos (-37,4%)

Lo que sucedió en la industria alimenticia da cuenta de la actual crisis social; se producen menos alimentos y al mismo tiempo existen ciento de miles de familias que fueron empujadas a dejar de comprar bienes tan esenciales como fideos o leche. De acuerdo al Indec, la principal incidencia negativa se vio en la producción de galletitas, productos de panadería y pastas, con una caída interanual de 16,6%, “a partir de una contracción en la demanda interna”.

La producción de carne vacuna registró en junio una disminución interanual de 21,0%, y acumuló en el primer semestre del año una baja de 9,3% en comparación con igual período del año anterior. “En el primer semestre del año se exportaron unas 454.712 toneladas de las 1,5 millones producidas, de modo tal que la exportación representó el 30,5% del destino de nuestra producción. Estos volúmenes sólo pueden explicarse por la histórica caída del consumo interno ya que la faena y la producción de carne cayeron significativamente en el mismo período”, explicó José María “Cacho” Romero, ex subsecretario de carnes durante el Gobierno del FdT.

Por otro lado, la elaboración de productos lácteos registró una caída interanual de 12,3%, y acumuló en el primer semestre del año una baja interanual de 11,9%.  “Según información relevada por la Dirección Nacional de Lechería, el consumo interno de leche en los primeros 5 meses del año fue de 2.881 millones de litros equivalentes, representando una disminución interanual de 19,5%. Este proceso se agudiza particularmente en mayo con una caída del consumo de prácticamente el 30%”, puede leerse en un reciente informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

ElDestapeweb

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