Por cuestiones climáticas, desde el sector señalan que recién a fines de septiembre podría verse un incremento marcado en la carne. Ayuda para el IPC en el corto plazo. Prevén crecimiento en el consumo.
Las consultoras estiman una desaceleración en la inflación de junio motivada, entre otros factores, por una menor suba en los alimentos. Y, dentro de este rubro, se destaca también una menor variación en el precio de la carne. Una tendencia que, según proyectan desde el sector, podría mantenerse en los próximos meses.
De acuerdo al IPC que mide la consultora Ecolatina para el Gran Buenos Aires, la inflación “moderó su velocidad” en junio a 7,2% (1,5 p.p. por debajo del registro del mes anterior). En ese sentido, desde la firma destacaron un “menor crecimiento en productos frescos como Carne Vacuna (2,6%), una caída en Pollo (-0,5%) y en Frutas, que desaceleraron al 2,5% mensual.
En la misma línea, la consultora C&T, señaló que en alimentos y bebidas, “el rubro de mayor peso, hubo una desaceleración significativa en la primera quincena del mes de la mano de la baja de las verduras y el menor incremento de las carnes”.
Estos menores aumentos en los precios de la carne, condicen con una variación del precio de la hacienda en pie que corre por detrás de la inflación general. De hecho, en junio, el precio promedio del kilo vivo subió sólo 2%, según informó la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (CICCRA).
“La pérdida real respecto del año pasado es del 30%. Hoy la hacienda, si la ajustamos por inflación, vale 30% menos que hace un año”, explicó a Ámbito Miguel Schiariti, director de CICCRA, quien agregó que no se esperan fuertes saltos en los precios de la carne vacuna en el mostrador en el corto plazo: “Estos valores se mantendrán hasta que llueva. Cuando llueva, unos 45 o 60 días después, va a haber un aumento de precios muy fuertes. Subas que, estimamos nosotros, será de alrededor del 40% del valor nominal actual y que ocurrirá a fines de septiembre u octubre”.
En caso de continuar con esta tendencia, supondría una menor presión para los indicadores de las canastas de alimentos y contribuiría a cierta desaceleración en los niveles de inflación.
Este “abaratamiento” en términos reales del precio de la carne propició, también, una recuperación en los niveles de consumo. “Es posible que el consumo interno siga aumentando, y que se vea reflejado en los datos de junio”, detalló Schiaritti.
De hecho, en mayo, el promedio móvil de los últimos doce meses del consumo per cápita de carne vacuna se ubicó en 50,4 kg/año, lo que implica un incremento de 4,7% anual. Así, se ubicó por encima del promedio de 2022 (48,2 kg/año) y 2021 (48,9 kg/año).
Carne: exportaciones en alza
Desde CICCRA informaron también que en mayo se registró un récord en el volumen de carne exportada para ese mes y se ubicó como el tercer más elevado de la historia (detrás de noviembre del 2020 y octubre de 2019). Por el contrario, el valor de la tonelada exportada bajó 7,1%.
En mayo, el total certificado fue equivalente a 65,4 mil toneladas peso producto (tn pp) y 91,7 mil toneladas res con hueso (tn r/c/h). En términos interanuales registraron un incremento de 13,4% y 12,1%, respectivamente.
Al igual que en los meses previos, el mayor volumen exportado de carne vacuna se pudo explicar por los crecientes envíos a China. En la comparación mensual, también subieron las ventas a Países Bajos y Chile, las que fueron compensadas por las bajas de los embarques a los restantes principales destinos. Concretamente, a China se exportó el 83,9% del total y representó 68,8% del total facturado.
De todas formas, debido a la caída en los precios, la facturación por las exportaciones de carne vacuna registró una caída del 20,4% en la comparación interanual. En los primeros cinco meses del año, pese a que los envíos crecieron un 12% frente al mismo periodo de 2022, la facturación presentó una caída de 26,5%.
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