El Fondo Monetario Internacional (FMI) flexibilizó en US$1.800 millones la meta de reservas de divisas, tras el pedido del Gobierno por las consecuencias negativas que se generaron por la sequía por la acumulación de dólares del campo. De esta manera, deberá acumular unos US$5.000 millones cuando termine el primer trimestre “considerando los menores precios de la importación de energía”.
El Directorio del organismo remarcó en su informe sobre la revisión del acuerdo del cuarto trimestre de 2022 que “el cumplimiento de los objetivos trimestrales requerirá importantes esfuerzos de política”. A su vez, señaló que “los riesgos del programa ahora son más elevados debido a la situación económica menos favorable”.
El FMI considera que las exportaciones agrícolas y la entrada de divisas en Argentina se podrían ver reducidas debido a la sequía. Por lo tanto, generaría “implicaciones negativas para el crecimiento, reservas, inflación y saldos fiscales”.
“Los riesgos de implementación del programa siguen siendo muy elevados dada la compleja situación económica, social y política interna. Mayor inflación y marcadamente menor crecimiento podría alimentar el descontento social y socavar el apoyo al programa, particularmente dado el ciclo electoral”, detallaron.
Ante esto, sugirieron que se elabore la planificación de contingencias y políticas de manera rápida, ya que serán “indispensables para mejorar la probabilidad de éxito del programa” con ajustes y políticas cambiarias más estrictas.
En otro tramo del documento, critica la moratoria previsional que se aprobó en el Congreso: “Crea pasivos de pensión adicionales de alrededor del 0,4% del PIB a mediano plazo, por lo cual serán necesarias medidas políticas adicionales para mitigar el impacto y mantener la ruta de ajuste fiscal programada”.
El FMI recomienda eliminar las restricciones en el mercado cambiario
Por otro lado, el organismo recomendó eliminar las restricciones en el mercado cambiario. Esto conlleva un tipo de cambio más elevado y menos impedimentos en el comercio o las intervenciones del Banco Central.
“Las tasas de interés reales deberían permanecer lo suficientemente positivas para hacer frente a la alta inflación y respaldar la demanda de activos en pesos”, manifestaron.
Y agregaron: “Es posible que se justifiquen aumentos adicionales de las tasas en caso de que se produzcan nuevos shocks inflacionarios o se intensifiquen las presiones cambiarias”.
“La tasa de crawl debería continuar apoyando la competitividad, con acciones recientes para racionalizar el régimen cambiario y agilizar las exportaciones”, precisaron.
El Ancasti